vereda #7. La Resistencia
En el tiempo que llevo viviendo en el pueblo, han desaparecido las consultas médicas de los viernes. Se ha sustituído el cajero en el que sacar dinero y retirar la pensión por una oficina sobre ruedas que ni siquiera puede entrar al pueblo porque no cabe por sus calles. Pareciera que desde lo alto de las salas de innovación de los bancos no se llega a ver que las vías estrechas son comunes aquí.
Jánovas es un pueblo de la provincia de Huesca al que la amenaza de un nuevo pantano, que ni siquiera llegó a construirse, dejó sin vida en unas pocas décadas. Todo rastro de su cultura, folklore, patrimonio y memoria quedó prácticamente borrado. Sólo dos habitantes aguantaron la avalancha de presiones y falsas promesas hasta que en los años 80, desgastadas, hartas y mayores, abandonaron su casa.
Cauvaca, un pueblo de la provincia de Zaragoza, es uno de los muchos ejemplos de territorios que, esta vez sí, acabaron bajo las aguas de un pantano dejando sin opción de vida a todo quien una vez llamó a esas tierras su hogar.
La lista sigue.
Y aun así, todos tienen algo en común. La resistencia.
Tras años de total abandono, algunos habitantes de Jánovas que aún recuerdan cuando la ruina era pueblo, comenzaron la recuperación de las casas y tierras que un día les expropiaron. Un hilo de memoria que piedra a piedra está volviendo a la vida.
Cauvaca sí acabó bajo las aguas pero su historia permanece gracias al relato de la escritora Virginia Mendoza en su libro “Detendrán mi río”. Un ejercicio de resistencia que se niega a que las historias de muchos y muchas desaparezcan por completo.
Mi pueblo resiste con el arte y la cultura, con la apertura de mente y las ganas de hacer de unos cuantos locos. Resiste con quienes se quedan durante el invierno, organizan veredas, meriendas, bellotadas. Con quienes cuidan a personas y al territorio y se enorgullecen de ser quienes son y estar donde están.
Tan intrínsecas como son a los medios rurales, las formas de resistencia suelen, sin embargo, ser poco glamurosas en general, escasamente agradecidas en muchos casos y apenas conocidas por la mayoría. Carne de cañón para un mundo que habla de lo rural como si fuera una moda, que sabe comunicar muy bien y que está deseoso de encontrar una idea que monetice y que llene artículos y redes sociales con etiquetas de neorruralidad.
Será por eso que a veces como diseñadora trabajo porque las iniciativas que descubro sean más bellas, más usables y entendibles que antes. Y será por eso que en otros casos, elijo simplemente aprender de ellas, disfrutarlas tal y como son, independientemente de la carcasa. Pequeñas, fuertes y enraizadas.
Puedes escuchar aquí la versión narra de esta sección.
🎶 Resistencia en forma de canción
Hay historias que desde fuera parecen olvidadas pero que se mantienen muy vivas en algunos territorios. Reconozco que tengo debilidad por todas ellas y es por eso que quiero que conozcas La Jota de Riaño, de Guille Jové y Fauna Ibérica. Una canción creada precisamente para recuperar la memoria y reivindicar el aguante de uno de los muchos pueblos de España que acabaron bajo el agua hace décadas.
🎨 Resistencia en forma de arte
El año pasado descubrí ArteVACA un espacio cultural ubicado en Viniegra de Abajo, un precioso pueblo de la sierra de Urbión (La Rioja) con una historia muy marcada por la migración argentina. A través de la creación artística contemporánea, busca dinamizar la zona y reinterpretarla. Si vas, verás cómo cuadras, huertas o el mismo lavadero se convierten en espacio de de creación y exposición. Uno de esos proyectos que respiran mimo y belleza. Esta primavera retomaran sus exposiciones y te recomiendo que les sigas la pista en sus redes y vayas planeando el viaje.
Hasta aquí la Vereda de hoy. Nos vemos en la próxima. Hasta entonces, muchos paseos, mucha naturaleza y muchos pueblos 👋