Vereda #21. ¿Memoria o nostalgia?
Formamos parte de un presente complejo y diverso. Uno que se expande y se contrae constantemente. Nos consideramos más libres que nunca, pero vivimos ansiosos y medicados la mayor parte del tiempo. Tenemos acceso a toneladas de información pero nos crea angustia no saber discernir lo que es cierto de lo que es mentira. Podemos apuntarnos a mil cursos y talleres y aprender sin parar, pero las horas no dan más de sí.
Nos drenamos.
Es entonces cuando buscamos la desconexión radical. Miramos atrás esperando encontrar mundos pequeños y sencillos que nos den la calma que la vorágine del día a día nos quita. Escuchamos historias de autosuficiencia y recuerdos infantiles de quienes vivieron lo que parece otro mundo. Sus palabras se entremezclan con resoplidos y risas. Cuando te quieres dar cuenta, estás abrazada a esas memorias ajenas de tiempos que parecen más simples. Creamos una imagen en nuestra cabeza de esa vida y la queremos. ¿No es esta la razón de la mudanza de la ciudad al campo? ¿No era porque buscábamos rendirnos a los ritmos de una vida lenta?
Ay, amiga. Creo que acabamos de caer otra vez en la confusa rueda de la nostalgia.
Se dice que cualquier tiempo pasado fue mejor, pero deberían preguntárselo a quienes la huída del pueblo hace décadas significó ser y querer por fin a quienes desearan. Romper con las normas familiares, los compromisos sociales, los roles de ángel del hogar forzados. Muchos aspectos de la vida rural tradicional necesitan de una buena revisión y para ello hay que recordar que no es lo mismo tener memoria que sentir nostalgia. La memoria nos da herramientas con las que vivir aquí y ahora. Sienta nuestras bases emocionales e intelectuales y nos susurra aquello que ya se ha intentado. También aquello que nunca debería volver a ocurrir. Nos da un contexto y un punto de partida. La nostalgia nos hace pensar que es posible vivir el presente con las reglas de tiempos pasados. Nos pone de espaldas a lo que tenemos justo delante. Ese mundo complejo y diverso que necesita de todo el conocimiento y experiencia que podamos juntar para imaginar nuevas formas de estar y de ser. Abrazando lo diverso, lo diferente. Rompiendo roles y estereotipos.
Sigo defendiendo la importancia de las ruralidades para imaginar esos futuros pero no desde la añoranza a algo que no era perfecto ni justo para todo el mundo, sino desde los saberes que nos conectan con el territorio, que nos hacen pensar en colectivo, cuidar y cuidarnos, entender los ciclos y por qué no, hacerlo desde una vida en la que no hace falta correr tanto ni ser perfecta.
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🔈 A partir de ahora la versión narrada de Vereda la podréis escuchar directamente en las cartas. Si os ha pasado desapercibida, id de nuevo al principio y la encontraréis.
📒 Neorrancios. Sobre los peligros de la nostalgia
El libro colaborativo Neorrancios ha sido la inspiración principal de esta Vereda así que sin más presentaciones, os lo dejo aquí para juzguéis por vosotras mismas.
🎆 Imágenes para perderte en el detalle.
He descubierto hace poco las fotos de Beatriz Leiderman y, sincertamente, podría quedarme horas mirándolas. Hay algo especial en dejarte llevar observando lo minúsculo, que con las prisas, nos pasa casi siempre desapercibido. Puedes empezar por esta foto, esta o esta.
Espero que este verano estéis disfrutando por vuestro pueblos y que hagáis memoria sin sentir nostalgia. Hasta aquí esta Vereda. Nos vemos en la próxima 👋