Vereda #33. Si tú te vas, yo me voy
En un pueblo pequeño cada cambio se siente.
Si tú te vas, yo me voy.
Llevo unos meses pensando si es posible montar un estanque en el jardín. Me obsesiona la idea de ser facilitadora -¿diseñadora?- de un espacio natural y crear algo nuevo donde antes no había nada. Dicen que los estanques son joyas naturales que se autorregulan y en las que, a más diversidad, menos mantenimiento. Para ello solo hay que ofrecerles las condiciones adecuadas para que generen sus sinergias y equilibrios. Sin embargo, cualquier cambio o imprevisto, cualquier condición adversa, pone en peligro a todo ser que lo habita. Una robustez delicada. Una nota sostenida que pende de un hilo.
Las zonas borde en un estanque marcan la frontera entre mundos. Un limbo indispensable para la salud del resto de organismos que viven dentro y fuera del agua. A quienes llegamos de nuevas a un pueblo, nos siento a veces como esa zona borde entre lo rural y lo urbano. Un entremedio extraño y lleno de diversidad que transforma y genera movimiento, vibración. Que a veces rompe y genera conflicto y otras construye y refuerza.
Un pueblo pequeño es como un estanque. Más que capaz de prosperar cuando las fuerzas están compensadas y la diversidad de sentires y saberes se disfruta sin ser barrera. Pero como un estanque también, depende de cada pequeña alteración. Y cuando ese cambio se da y son otras las manos que lo cuidan, miras a tu alrededor y, apretando un poco los dientes, esperas que el hilo que lo une todo, no se rompa.
Si vosotras os vais, yo me voy.
La frase resuena y se repite entre susurros como una súplica a que todo siga igual. A que nadie se marche. A que el equilibrio del estanque no solo se mantenga, sino que se refuerce. Que siga siendo espacio en el que crear y enraizar.
Una canción
Llevo semanas obsesionada con esta canción y videoclip, así que os la dejo aquí para que sintáis aún más el calorcito del verano 🔥.
Esta carta va a cada pequeño pueblo que trabaja por ser un estanque diverso y sostenible, sean quienes sean las manos que lo cuidan.
Nos vemos en la próxima Vereda 👋